NUESTRA HISTORIA

Ecoplásticos nace en el año 1.999 en la cárcel Villahermosa de la ciudad de Cali e inicia sus actividades como cooperativa dentro del centro penitenciario teniendo como objetivo principal la reutilización de los desechos plásticos, comprometiéndose así, con la conservación del medio ambiente y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas privadas de la libertad a través de nuevas oportunidades de trabajo.

 

En el 2.002, Ecoplásticos abandona las instalaciones de la cárcel Villahermosa para radicarse en el barrio San Nicolás, en el centro de la ciudad. Consiguiendo con ello, beneficios para la empresa y sus trabajadores a quienes por buena conducta se les concedía un permiso de trabajo en extramuros como actividad de resocialización, bajo el lema “Denos una oportunidad que nosotros tenemos la voluntad.”

 

En el año 2.009 la empresa fue reubicada en el municipio de Yumbo, donde sufrió una expansión inicial y posteriormente una crisis financiera en el año 2.013. En los dos años siguientes, desde 2.014 hasta 2.016 se hizo una restructuración que culminó con la venta del goodwill de la empresa en el año 2.017 y la finalización de las actividades productivas en este municipio.

 

Es entonces, cuando inicia un nuevo capítulo para la empresa bajo su nueva razón social “Grupo Ecolan S.A.S” en cabeza de Alejandra Gómez y se le da continuidad a Ecoplásticos como marca posicionada en el mercado local.

 

A finales del año 2.017, en el mes de noviembre; la planta productiva es trasladada a un área rural en el sector de Palmaseca en el municipio de Palmira, con el fin de emprender el camino hacia el sueño de construir una empresa sostenible, rodeada de vegetación y animales como ejemplo de conservación. En el año 2.018, Ecoplásticos como organización, quiso ser un agente activo en la recuperación de un entorno natural cercano donde suelen ir a parir las ballenas. A través de una alianza estratégica con la fundación Ecopazifico, Plástico infinito y otros actores involucrados, se llevó a cabo el proyecto denominado “Mi Litoral Pacífico” con el fin último de generar más conciencia ambiental en los habitantes y turistas de la costa Pacífica a lo largo de las playas de Ladrilleros, Juanchaco y La Barra, donde se logró hacer limpieza de residuos sólidos en algunos sectores recolectando aproximadamente 2.000 kilos de material plástico, denominado también, “Material para revivir” y se hizo la instalación de la primera estación de reciclaje hecha 100% de plástico reciclado, fabricada por Ecoplásticos y donada por la multinacional Colombina.

 

Posteriormente, en diciembre del 2.018 la familia Ecoplásticos fue galardonada por la CVC con el premio Halcón de Oro, otorgado a las organizaciones por su pertinencia, relevancia, innovación y trabajo en proyectos medio ambientales. El reconocimiento a Ecoplásticos se hizo desde la categoría “Empresarial” con el proyecto “Madera Plástica”. Dicho premio es motivo de orgullo y motor de impulso para seguir creciendo como empresa.

 

En la actualidad la planta productiva de Ecoplásticos se sitúa a lo largo de 2 hectáreas, donde hay 25 samanes, 3 caballos, 2 búfalos, 2 terneras, una vaca lechera, 5 perros, 2 gatos, 2 gallinas, un mariposario y la familia continúa creciendo. Además, un huerto donde se cosecha yuca, sandia, zapallo, mandarinas, guanábana, guayabas, cebolla, papaya, plátano, banano, sábila y aromáticas. También se han sembrado 27 especies diferentes de árboles frutales autóctonos como mamoncillo, grosella, níspero, mamey, entre otros.

 

Cada miembro de Ecoplásticos tiene la oportunidad de aprender y disfrutar del entorno rural y saludable, del compartir con animales y el estar en contacto con la naturaleza. Es una terapia diaria poder interactuar con la naturaleza, cuidar y proteger animales y plantas que ayudan a desarrollar habilidades y valores como el sentido de pertenencia, la responsabilidad y la disciplina, teniendo en cuenta que es por la naturaleza por lo que la familia Ecoplásticos lucha cada día.

Diariamente a la planta productiva de Ecoplásticos llegan visitantes de diferentes especies; aves migratorias, pellares, coclis, pájaros carpinteros, ibis negros, garzas, iguanas, zarigüeyas y otros tipos de animales que embellecen el paisaje y se benefician de él.

 

La sinergia de cuidado medio ambiental se complementa con el aprovechamiento de los recursos hídricos, el agua utilizada en el proceso de producción de las piscinas industriales para enfriamiento de moldes es reutilizada, ya que la materia prima usada no contiene aditivos, colorantes ni solventes por lo que no se considera como un vertimiento de agua residual industrial. Por el contrario, dicha agua trabaja en rotación continua para enfriarse a través de un circuito artesanal y aprovechando el movimiento del agua para la perdida del calor, lo que hasta el momento ha permitido prescindir del uso de máquinas industriales para el enfriamiento del agua, representando una abstención de consumo de energía convencional en esta parte del proceso productivo y de líquidos de enfriamiento.

Ecoplasticos

Por su parte, el talento humano que conforma la familia Ecoplásticos es considerado como el núcleo central de la empresa, el cual se ha desarrollado partiendo del autocuidado y el crecimiento humano con conciencia ecológica. Con actividades que involucran la “adopción” de un árbol por cada empleado, se ha buscado fomentar el compromiso, la responsabilidad, el amor y como se mencionó anteriormente, el sentido de pertenencia, no solo por Ecoplásticos sino, también por el entorno. Actualmente, esta gran familia ha brindado oportunidades de empleo a adultos mayores, excombatientes del conflicto armado y personas con algún tipo de discapacidad.

 

En el año 2.019 Ecoplásticos sigue apostando al desarrollo social y económico. En el ámbito social ha puesto en marcha proyectos con jóvenes infractores de la ley y con niños de escuelas locales a quienes se les ha explicado el significado de cuidar el medio ambiente. En lo que al desarrollo económico sostenible respecta, se estima que, desde sus inicios Ecoplásticos ha transformado alrededor de 9´600.000 kg de material plástico, lo que equivale aproximadamente a CUATRO MIL OCHOCIENTOS MILLONES de tapas de gaseosa.